Durante la Guerra Civil Libanesa, una fuerza multinacional que incluye 800 marines estadounidenses aterriza en Beirut para supervisar la retirada palestina del Líbano. Fue el comienzo de una misión plagada de problemas que duraría 17 meses y dejaría a 262 soldados estadounidenses muertos.
En 1975, una sangrienta guerra civil estalló en el Líbano, con guerrillas palestinas e izquierdistas musulmanas luchando contra las milicias del Partido Cristiano Falange, la comunidad cristiana maronita y otros grupos. Durante los años siguientes, las intervenciones sirias, israelíes y de las Naciones Unidas no lograron resolver los enfrentamientos entre facciones, y en agosto de 1982 llegó una fuerza multinacional para supervisar la retirada palestina del Líbano.
Los marines abandonaron el territorio libanés el 10 de septiembre, pero regresaron el 29 de septiembre tras la masacre de refugiados palestinos por parte de una milicia cristiana. Al día siguiente, el primer marine estadounidense que murió durante la misión fue asesinado mientras desactivaba una bomba. El 18 de abril de 1983, la embajada de EE. UU. En Beirut fue devastada por un coche bomba, matando a 63 personas, incluidos 17 estadounidenses. Luego, el 23 de octubre, los terroristas libaneses evadieron las medidas de seguridad y condujeron un camión lleno de explosivos al cuartel de la Marina de los EE. UU. En Beirut, matando a 241 militares estadounidenses. Cincuenta y ocho soldados franceses fueron asesinados casi simultáneamente en un ataque terrorista suicida por separado. El 7 de febrero de 1984, el presidente Ronald Reagan anunció el fin de la participación estadounidense en la fuerza de mantenimiento de la paz.