El primer ministro sudafricano, Hendrik Verwoerd, es apuñalado por un mensajero trastornado durante una reunión parlamentaria en Ciudad del Cabo. El asaltante, Demetrio Tsafendas, era un inmigrante mozambiqueño de ascendencia racial mixta, parte griega y parte swazi.
Como ministro de asuntos nativos y más tarde como líder sudafricano, Verwoerd supervisó la introducción y aplicación de las políticas racistas de apartheid de Sudáfrica. Como primer ministro desde 1958, instituyó un intrincado sistema de leyes que separa a blancos, africanos (negros), de color y asiáticos, y reasentó a los negros en las reservas de remanso. Estas políticas provocaron manifestaciones contra el apartheid por parte de los negros, que fueron brutalmente aplastadas por las fuerzas gubernamentales en Sharpeville y en otros lugares. Cuando, en abril de 1960, Verwoerd sobrevivió milagrosamente a un granjero inglés que le disparó dos veces en la cabeza, proclamó que su supervivencia era evidencia de la aprobación de Dios de su trabajo. Durante los años siguientes, el gobierno de Verwoerd arrestó a líderes anti-apartheid como Nelson Mandela y los sentenció a largas penas de prisión sobre la base de varias condenas.
Verwoerd había logrado aplastar temporalmente la resistencia contra el apartheid, pero no pudo evitar que una página parlamentaria esquizofrénica se acercara a él en las Casas de la Asamblea y lo apuñaló hasta la muerte el 6 de septiembre de 1966. Tsafendas, que aparentemente no estaba actuando en protesta de apartheid, fue enviado a un hospital psiquiátrico cerca de Johannesburgo, donde vivió hasta su muerte en 1999. El apartheid fue abolido en Sudáfrica en 1993.